David Ortega

Al menos 30 familias de la etnia Tarahumara son  las que trabajan a diario en el “basurero” municipal, quienes viven de la y entre la basura para llevar el sustento diario a sus hogares, soportando temperaturas climáticas que extremas y que lo mas que alcanzan a percibir son 100 pesos diarios cuando el trabajo es bastante.

Algunos de los pepenadores provienen de la sierra y debido a la necesidad se ven obligadas a  dedicarse   a esta actividad la cual, reconocen, no es tarea fácil, sin embargo, la realizan con gusto porque ha sido su modus vivendi ante la falta de empleo.

Guillermo Negrete lider del albergue San Andrés manifestó que son mujeres y hombres quienes se dedican a esta actividad, soportando las inclemencias ambientales a diario.

La recolección de basura se ha convertido en su forma de vida y a pesar de los bajos salarios son superiores a las ladrilleras quienes pagan hasta 50 diarios.

Las 30 familias carecen de vivienda y debido a la necesidad tienen que trasladarse a Parral a trabajar desde la zona serrana, ya que allá hay gente muriendose de hambre debido a la falta de empleos.

Urgió a dotar a vivienda a estas familias, ya que en un cuarto 4X4 en ocasiones viven 3 familias hasta con 4 hijos cada una, por lo que viven en condiciones infrahumanas.