Esteban Villalobos

Parral.- Debido a la crisis económica por la que atraviesa una gran parte de familias, sobre todo tarahumaras, muchos padres mandan a sus hijos a las calles a vender diversos productos.

Lo anterior es un tema preocupante ya que este tipo de actos está considerado como explotación laboral infantil, reconoció el visitador de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Luis Salcido.

Lamentó que pese a que las diferentes instancias gubernamentales tienen conocimiento de que existen menores de edad que se encuentran trabajando en el rubro del comercio en vía pública los cuales ofrecen semillas, chicles, gelatinas, entre otros artículos, es poco o nada lo que se hace para evitarlo.

“Si bien son pocos los niños que venden en la vía pública, sobre todo chicles, es preocupante la situación, debido a que esto podría recaer en una explotación laboral infantil”, refirió el entrevistado quien señaló que como Comisión no pueden hacer mucho ya que el cuidado de los menores recae directamente en la Subprocuraduría del Menor.

Aseguró que su área ya ha tenido un acercamiento con los papás de estos niños que se encuentran vendiendo en las calles realizándoles las recomendaciones pertinentes en cuanto a que, al ser menores de edad, en lugar de estar trabajando en el comercio, deberían estar estudiando por lo que argumentan que, al no contar con el suficiente ingreso económico, es por ello que mandan a vender a sus hijos.

Resaltó que el trabajo de los menores no es fenómeno novedoso, por el contrario, se remonta a periodos legendarios, entendiéndose el por trabajo infantil toda actividad libre o forzosa de menores de edad para producir bienes o servicios, de manera subordinada o no, en industria familiar o de terceros, remunerado o no.