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Piden investigar a familiares de Barbarita

Creen que mintieron en las declaraciones

De la Redacción

martes, 15 octubre 2019 | 13:32

Parral.- Las dudas sobre la responsabilidad de Jesús José en el homicidio de la pequeña Barbarita, han sido una constante durante los más de 12 años que éste permaneció en la cárcel y, según lo ha señalado su defensor legal en reiteradas ocasiones, sólo fue utilizado como un chivo expiatorio. 

Pero además, de acuerdo con el abogado José Luis Castruita, el caso estuvo plagado de irregularidades así como de elementos que dan pie a pensar que la familia de la niña mintió en sus declaraciones por lo que “la autoridad debería investigarlos también”.

“Él fue un chivo expiatorio que la autoridad –en su momento- utilizó para calmar el reclamo social por el horrible crimen de la pequeña”, indicó.

Sin embargo, aseguró, la defensa logró “tumbar todas las supuestas pruebas”,  pero a pesar de ello, Jesús José cursó una sentencia de 12 años y seis meses en el área de inimputables de la Unidad de Bajo Riesgo, siendo ésta la primera de las múltiples inconsistencias señaladas ya que, en un principio la propia exprocuradora Patricia González aseguró que aunque el acusado tenía retraso mental era totalmente imputable.

La prueba en la que basaron todo el caso, explicó Castruita, son los nudos que Jesús José hizo en bolsas de plástico durante una pericial practicada en las instalaciones del C-4 y que la autoridad aseguró, correspondían con los nudos encontrados en las bolsas donde se hallaron los restos de la víctima. Pero, dijo el entrevistado, “cuando las bolsas con los restos de la niña fueron encontradas en una casa de la manzana de enfrente a donde ésta vivía, estaban abiertas y fueron los policías quienes hicieron los nudos”.

Por otra parte, continuó, las declaraciones de los testigos fueron de una contradicción a otra igual que la actuación de la autoridad.

Castruita ejemplificó que luego del hallazgo de los restos, la abuela biológica de la víctima –Baudelia Alvarado- declaró que el día 18 de agosto, un rato antes de que encontraran la primera bolsa, afuera de la casa estaba un individuo que los veía de manera muy sospechosa y se reía aunque no le alcanzó a ver bien la cara. Posteriormente, dicho sujeto sería identificado como Adán Quintero, alias “El huevo”.

Con base en eso, dos meses después, en octubre del 2006, Quintero fue detenido y la autoridad presentó una foto a los abuelos de la niña quienes, según se asentó en el expediente, declararon: “sin temor a equivocarme esta persona es el sospechoso que se encontraba afuera de la casa”. Quintero sin embargo, fue puesto en libertad porque –dijo Castruita- “probablemente acreditó alguna coartada, pero eso no aparece en el expediente”.

El 20 de marzo del 2007 la policía detuvo a Jesús José García Gándara sin tener una orden de aprensión, le tomaron unas fotografías y se las mostraron de nueva cuenta a Baudelia y su familia, quien repitió exactamente la misma declaración: “sin temor a equivocarme esta es la persona que se encontraba afuera de la casa”.

Esa declaración, argumentó el abogado, “no tendría que haber sido válida porque era contradictoria”.

Luego de su detención Jesús José fue sometido a una serie de exámenes, lo hicieron declarar como testigo sin respetarle valer sus derechos porque “allí él supuestamente se estaba declarando culpable aunque sabemos que esa declaración le fue hecha solo para que él firmara porque también sabemos que tiene retraso mental”.

Posteriormente  fue trasladado al C-4 donde, el 27 de marzo, le practicaron dos exámenes periciales: uno de lateralidad donde se dictaminó que en la mano izquierda tenía una movilidad de aproximadamente un niño de 5 a 6 años y en la derecha de 8 a 9 años. El otro peritaje consistió en ponerlo a hacer nudos para determinar –según la extinta procuraduría- si los nudos que aparecieron en las bolsas fueron hechos por él.

“Esa pericial es absurda y ridícula”, dijo Castruita porque cuando encontraron la bolsa -dato asentado en el expediente-, la mujer que la encontró le avisó a una vecina y esta abrió la bolsa, luego le hablaron a la Policía y fueron ellos quienes hicieron los nudos.

“Esa fue la prueba más contundente que se presentó en su contra, pero si se analiza jurídicamente, en realidad no había ninguna prueba contundente sólo una serie de conjeturas en las que ellos se basaron para acallar a la opinión pública que exigía justicia por la forma totalmente inhumana de la muerte de la niña sin contar con que era época electoral”.